¡Buenas!
¿Cuábto tiempo verdad? Lo sé, y lo siento mucho, la vida real se ha interpuesto por el camino pero no temáis que aquí estoy de nuevo para presentaros esta deliciosa y sana receta.
Por fin hace unas semanas pude hacerme con un paquete de té matcha y le estoy sacando mucho provecho, en próximas entradas os iré contando pero para empezar ¿conocéis el té matcha? Básicamente es té verde en polvo proviniente de Japón y tiene muchísimos beneficios para tú cuerpo y mente. Entre las mejores propiedades del matcha podéis encontrar: ayuda a relajar y a la vez te da energía, es antioxidante y ayuda a las defensas. Eso sí, si no puedes consumir ningún otro tipo de té tampoco es aconsejable que bebas matcha, pero otra de las grandezas de este té es que, como he dicho, lo puedes utilizar parar miles de recetas y la primera que yo elegí fue la de ¡estas monísimas galletas!
Galletas espiral de matcha
INGREDIENTES
- 230gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 128gr de azúcar
- 1 cucharada de extracto de vainilla
- 2 huevos
- 385gr de harina
- 1/2 cucharadita de levadura royal
- 1/2 cucharadita de sal
- 1 1/2 cucharada de té matcha
Tamizamos la harina en otro bol y añadimos la sal y la levadura para ir echándo los ingredientes poco a poco a la masa, removiendo bien con la espátula para que se integren a la perfección.
Una vez tenemos la masa base podemos amasarla un poco con las manos y asegurarnos de que no está demasiado húmeda (si se pega mucho a la piel echad más harina), para dividirla en dos partes iguales. Envolveremos una en film transparente y la meteremos en la nevera.La otra mitad volverá al bol y le añadiremos el matcha para que se tiña de verde. Una vez esté toda la masa con el mismo tono de verde la envolveremos en plástico también y la meteremos en la nevera junto a la otra durante unos 15 minutos.
Pasado ese tiempo sacamos las masas de la nevera y dividimos cada una en dos y la amasamos con el rodillo para crear 4 rectángulos de aproximadamente el mismo tamaño, recordad que podéis echar un poco de harina en la superficie de trabajo así como en el mismo rodillo para que la masa no se pegue. Una vez tenemos los 4 rectángulos colocaremos uno verde encima de uno blanco y uno blanco encima del verde para que luego tengamos los diferentes tipos de galletas.
Con cuidado y empezando por uno de los lados cortos del rectángulo iremos enrollando las masas sobre sí mismas para crear el espiral. Finalmente tendremos dos cilindros, uno verde y el otro blanco. Cortamos las esquinas para que queden rectas y lisas (allí podéis ver el espiral que luego mostrarán las galletas) y metemos los dos cilindros en la nevera durante una hora para que se endurezca ligeramente la masa.
Por último ponemos a calentar el horno a 160ºC y colocamos el papel de horno sobre las bandejas. Sacamos la masa de la nevera y con cuidado vamos cortando las galletas intentando que sean todas más o menos del mismo tamaño, unos 5mm. Sí, es como cortar fuet, jejeje Ponemos las galletas sobre el papel y cuando tengamos una bandeja llena la metemos en el horno durante unos 12-14 minutos, no coloquéis las galletas muy juntas porqué la masa se expande y pueden acabar uniéndose todas en una mega galleta! Es importante vigilar que no se doren siquiera así que muy atentos al tiempo.
Dejamos que se enfríen las galletas.... ¡y a comer! Están ricas solas o con leche bien fresquita, si tenéis una fiesta o una merienda no dudéis en prepararlas, son fáciles de hacer y muy divertidas.
¿Cuál es viestra receta con matcha favorita?
